La trazabilidad alimentaria es una medida de seguridad alimentaria que facilita el seguimiento del alimento en todos los pasos que abarca la producción, el procesado y la distribución de alimentos o pienso animal.
Desde el 1 de enero de 2005 es obligatorio, por las exigencias del Reglamento Europeo 178/2002, incluir una codificación de trazabilidad en los productos alimentarios.
Es una medida de seguridad alimentaria que facilita el seguimiento del alimento en todos los pasos que abarca la producción, el procesado y la distribución de alimentos o pienso animal.
El nivel de complejidad varía según la empresa y no existe un sistema de trazabilidad estándar, sino que la empresa debe diseñar el que se adapte mejor a sus necesidades y exponerlo a la Autoridad Sanitaria Competente para que certifique que es correcto.
Tipos de trazabilidad alimentaria
- Trazabilidad hacia atrás: permite conocer cuáles son los productos que entran en la empresa y quiénes son los proveedores de los mismos.
- Trazabilidad de proceso: se informa sobre qué se elabora, cómo, cuándo y la identificación final del producto.
- Trazabilidad hacia delante: registra tanto los datos de los productos que se expeditan, como los del cliente al que se le entrega.
¿Cuál es el objetivo de la trazabilidad alimentaria?
- La trazabilidad permite rastrear cada lote de producto en cada una de las fases de producción, haciendo mucho más rápida y efectiva la retirada de éste si fuese necesario por un problema sanitario, por ejemplo.
- Es una medida informativa dirigida a ofrecer más datos sobre el producto al consumidor y ayudarlo así en su decisión de compra.
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